domingo, 28 de octubre de 2012

Temporada otoño-invierno


Muy atrás quedó el verano ya, pero es hora de pensar en los aciertos y errores cometidos.

En primer lugar hay que recordar que con el calor muchas plantas se espigan y amargan. Lechugas, escarolas, espinacas, perejil...son ejemplo de ello.
Las cebollas y cebolletas deben ser partidas por el tallo para que no se queden tiernas.
Los ajos deben ser recogidos antes de agosto y puestos a secar cabeza abajo.


Los pimientos han sido escasos, habrá que cambiar de variedad.
La rúcula es más dulce, pero hay que cortarla a menudo para que no crezca demasiado y se haga muy leñosa.
Las berenjenas han crecido al final del verano y continua haciéndolo en otoño. Hay que ponerles tutores, que las berenjenas pesan.
Los melones murieron con las últimas heladas de primavera, hay que tener paciencia al plantarlos. En cambio las sandías han crecido bien, escasas pero muy dulces.

Las aromáticas se han adueñado del huerto y hay que cortarlas constantemente, pero el tomillo, romero, hierbabuena, menta-chocolate, etc han sido bien aprovechados. La albahaca ha espigado mucho y ha dado hojas pequeñas, habrá que cortarla más a menudo.
Lo mejor han sido sin duda los tomates. Las variedad raff supremo, salmorejo y corazón de buey han sido muy grandes, sabrosísimos y hemos recogido al menos 4 cosechas que nos ha dado para comer y hacer conservas para casi todo el invierno.


Así que teniendo en cuenta lo que nos gusta, las rotaciones de cultivo y las asociaciones entre plantas, lo que ha funcionado bien, y sobre todo que no queremos plantar de más ni trabajar de más, aquí tenemos el resultado.


Comenzaremos por los ajos, que la temporada anterior fueron plantados tarde, ya en enero. Hay que hacerlo para noviembre o diciembre. El terreno ya está preparado.
Hemos plantado tomate "silver" que aguantará hasta la llegada del frío. En este caso no hemos rotado el cultivo, ni preparado la tierra. Lo haremos cuando ya no funcionen.
Las habas deberían estar plantadas ya. Muchos compañeros ya las tienen crecidas, pero aún estamos a tiempo. Hemos plantado algunas en semilla de nuestro vecino gallego.
Hemos plantado alcachofas alrededor de nuestros bancales. Se trata de plantas que duran 4 años, y aparte de dar alcachofas, crean un arbusto que nos puede servir de valla separadora. Están creciendo bien.
Hemos sembrado espárragos. Hay que acordarse de irles añadiendo tierra a la base para que se hagan más grandes (aunque si nos gustan verdes mejor que no).
Los berenjenales también son plantas que duran varios años. Hay que ponerles tutor porque sino las berenjenas rozan el suelo y se estropean.
Con los fresales no hay problema, han crecido muchísimo. Hemos cortado esquejes y los hemos plantado a lo largo de todo el bancal. Este año la cosecha promete.
Con las lechugas y espinacas hemos decidido ser cautos e ir plantado conforme las consumamos. Da pena después tener que regalarlas. A pesar de que nos lo aconsejan, nos resistimos a atarlas, nos gustan verdes.
Hemos plantado berros, canónigos y rúcula, a ver como funcionan este año.
El bancal para patatas está preparado para ser sembrado, aunque deberíamos haberlo hecho ya con las de otoño. Me temo que tendremos que esperarnos a las de invierno.
Habrá guisantes y rabanitos. Tenemos guisantes gallegos tamaño XXL, cortesía de nuestros vecinos gallegos.
Hemos dejado espacio para lombarda, zanahorias, perejil y cebollas. Mientras ya hemos plantado puerros, esta vez separándolos antes de plantar.

Mientras tanto aún seguimos recogiendo y recortando las aromáticas, y llevándonos berenjenas y alguna sandía.

¡¡El huerto del buen comer continua!!